Obispos iniciaron su CXIII Asamblea Plenaria sobre el Sínodo de la Sinodalidad

En la mañana del lunes 04 de julio se instaló la Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano en su versión ciento trece. En esta ocasión, los obispos centrarán su atención en el estudio y análisis de “la Síntesis Nacional del Sínodo de la sinodalidad”, propuesto por el Papa Francisco a toda la Iglesia universal y que tiene como lema: ‘Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión’.

En su alocución inaugural, monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), exhortó a sus hermanos obispos a mantener una actitud de profunda colegialidad y escucha en servicio de la sinodalidad al Pueblo de Dios que camina, ora y trabaja en Colombia.

El encuentro de estos días nos permitirá escuchar las voces, provenientes de todas las regiones de nuestra geografía eclesial, plasmadas en la síntesis nacional de esta fase del Sínodo sobre la Sinodalidad. Al acoger esta síntesis, estamos llamados a escuchar con fe lo que el Espíritu Santo nos dice en el momento histórico que vivimos como Iglesia y como sociedad (…) nos proponemos avanzar, para dar los pasos que nos indique el discernimiento comunitario, con el firme propósito de convertir la sinodalidad en la manera de ser Pueblo de Dios en nuestro tiempo y profundizar en la capacidad para ser testigos de esperanza”.

El prelado expresó que el trabajo a realizar durante estos cinco días, consiste en construir desde la CEC una ruta que exprese un proceso eclesial de comunión, que luego, de acuerdo al discernimiento y realidad propia de cada Jurisdicción Eclesiástica, esta pueda ser insertada en los procesos de evangelización.

En este contexto, propuso mantener la reflexión de estos días de Asamblea guiados por tres “actitudes humanas y cristianas que configuran hoy día el ministerio apostólico propio de la Iglesia”: Discernimiento, servicio y esperanza, un trípode que permitirá a la luz de la Palabra y de la Doctrina Social de la Iglesia, hacer una lectura de los signos de los tiempos.

Discernimiento propio del seguimiento
En este aspecto, indicó que no es suficiente quedarse con un acumulado de conocimientos científicos, ni pensar que lo pueden abarcar todo, de ahí agregó “se requiere la ayuda del Espíritu Santo quien nos conduce a la verdad completa”. La invitación que hace monseñor Rueda Aparicio al colegio episcopal, es a seguir un camino de discernimiento guiado por Jesús y este, a su vez, debe ir acompañado de un seguimiento sin vanidades y hecho con humildad.

Hoy nos percatamos de que es menester pedir el don del discernimiento. En los días de esta Asamblea Plenaria de Obispos pidamos con insistencia este don, aprovechemos los momentos de silencio, de oración, de diálogo fraterno. Ejercitémonos en el arte del discernimiento, para no dejarnos distraer y desviar por consideraciones parciales ni por prejuicios. Afinemos los oídos del corazón para percibir el susurro suave del Espíritu. Busquemos la serenidad para evitar que los desafíos del mundo, las tentaciones y las tribulaciones, nos agobien y nos saquen del camino humilde del discipulado”, aseveró.

La evangelización: como servicio a la humanidad herida
Al recordar la figura donde el Papa Francisco señala que, la Iglesia se parece a un hospital de campaña, observó que la “evangelización es, ante todo, una obra de servicio a la humanidad herida, es llevar la vitalidad de la buena nueva a todo el mundo, como fermento en la masa”.

Una Iglesia con delantal y overol es una comunidad de hermanos que se desmarca de las estructuras rígidas y frías. Una Iglesia que siembra con generosidad, que supera la imagen que muchas veces proyectamos de Iglesia alejada de la realidad humana, sin capacidad de levantar al que está tirado en el camino, una Iglesia que tiene aspecto arrogante, perfecta y en consecuencia incomprensible e incomprendida, que maneja muchas veces un lenguaje sin corazón (…) ¡Qué alegría, hermanos obispos, verlos luchando con creatividad por la evangelización, sufriendo al lado de los más pobres! Cada uno de ustedes es un torrente de esperanza en los territorios donde el Señor los ha sembrado como semilla del Reino”.

El directivo de la CEC, invitó a volver a la alegría del servicio y librarse del “ropaje de la autosuficiencia” y agregó “porque cuando la Iglesia se ve en actitud de servicio se hace más atractiva, más convincente, menos institucional y más misionera”.

La esperanza justifica el esfuerzo del camino
Observó que si bien a la Iglesia le corresponde enfrentar estos tiempos difíciles por los que atraviesa el país, con problemáticas tales como: una sociedad contagiada y victimizada por el narcotráfico, la violencia, la corrupción, la inequidad, el abandono, la soledad, el irrespeto por la vida humana en todas sus etapas, entre otros, el gran desafío para la Iglesia es sembrar y cultivar la esperanza en las personas y comunidades para que “encuentren el sentido de la vida y la fortaleza de avanzar en los caminos del reino de Dios”.

La experiencia colegial y eclesial que vamos a vivir en estos días para escuchar las voces provenientes de las Iglesias particulares -y desde ellas las voces de las parroquias, de las comunidades eclesiales y de las familias- nos abre a una nueva y gran esperanza: crecer en la cultura de la sinodalidad, y promoverla allí donde todavía es débil, para hacer de ella una dimensión constitutiva de la Iglesia, como lo quiere el papa Francisco”.

El arzobispo concluyó su intervención, animando a los obispos a ser valientes misioneros de vida, a dejarse renovar por el Espíritu Santo y a atender el llamado del «Pueblo de Dios a liderar el discernimiento comunitario, el servicio impulsado por el amor, la serenidad realista y esperanzada«.

CONTEXTO SOBRE EL SÍNODO DE LA SINODALIDAD

¿Qué es el Sínodo de los Obispos?
El Sínodo de los Obispos es una institución permanente, creada por el Papa Pablo VI (15 de septiembre de 1965), en respuesta a los deseos de los Padres del Concilio Vaticano II para mantener vivo el espíritu de colegialidad nacido de la experiencia conciliar, que se reúnen con cierta regularidad, convocados por el Papa, para tratar temas diversos.

Etimológicamente hablando la palabra “sínodo”, derivada de los términos griegos syn (que significa “juntos”) y hodos (que significa “camino”), expresa la idea de “caminar juntos”. Un Sínodo es un encuentro religioso o asamblea en la que unos obispos, reunidos con el Santo Padre, tienen la oportunidad de intercambiarse mutuamente información y compartir experiencias, con el objetivo común de buscar soluciones pastorales que tengan validez y aplicación universal.

¿Qué es el Sínodo de la Sinodalidad?
Es la reunión de los Obispos convocada por el Papa Francisco, durante el periodo 2021-2023, con el fin de discernir el camino de la Iglesia en este momento. Este proceso tiene tres fases: diocesana y nacional, continental y universal.

La diocesana y nacional se realizó entre 2021 y 2022; continental; y mundial entre 2022 y 2023 para concluir en octubre de este último año en Roma con la XVI Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos.

¿Cuál es el objetivo de este Sínodo?
Este Sínodo pretende ser un Proceso Sinodal. El objetivo no es proporcionar una experiencia temporal o única de sinodalidad, sino más bien ofrecer una oportunidad para que todo el Pueblo de Dios discierna conjuntamente cómo avanzar en el camino para ser una Iglesia más sinodal a largo plazo.

¿Qué frutos se esperan de este proceso Sinodal?
El proceso sinodal ya no es sólo una asamblea de obispos, sino un camino para todos los fieles, en el que cada Iglesia local tiene una parte esencial que realizar. Por eso ha sido fundamental el proceso de escucha y discernimiento a la luz del Espíritu Santo. No se trata de una reunión más o de un simple documento con una encuesta.

Pregunta fundamental que ha guiado el camino Sinodal
La consulta ha respondido básicamente a una pregunta fundamental: ¿Cómo permite este caminar juntos que la Iglesia anuncie el Evangelio de acuerdo con la misión que se le ha confiado; y qué pasos nos invita a dar el Espíritu para crecer como Iglesia sinodal?

Se han articulado 10 ejes temáticos que han ayudado a aterrizar la pregunta fundamental. Son ellos: Compañeros de viaje; escucha; tomar la palabra; celebración; corresponsabilidad en la misión; diálogo en la Iglesia y en la sociedad, con otras confesiones cristianas; autoridad; participación; discernir y decidir; y formarse en la sinodalidad.

Fase diocesana y nacional
Presididos por el obispo de cada Jurisdicción Eclesiástica, se conformó un equipo sinodal diocesano, constituido por representantes de parroquias, movimientos apostólicos, ministerios diocesanos y comunidades religiosas, quienes a través de diferentes acciones fueron los encargados de dinamizar la consulta con el Pueblo de Dios y personas de buena voluntad. Así mismo, elaboraron la síntesis que fue presentada a finales de mayo a la Conferencia Episcopal de Colombia. Un total de 78 síntesis se recibieron, que corresponden a las Jurisdicciones de todo el país.

Camino sinodal por provincias eclesiásticas
El Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), realizó luego una condensación del trabajo entregado por las 78 Jurisdicciones Eclesiásticas, para agruparlo por las 14 provincias eclesiásticas en que está dividida la Iglesia en Colombia.

La síntesis nacional y la síntesis provincial fue enviada a los obispos el pasado 20 de junio, para que ellos hicieran un discernimiento de esas opciones. Ahora del 04 al 08 de julio, la Asamblea Episcopal elaborará la redacción final, que llegará a la secretaría general del sínodo de obispos en Roma.

Fase continental
Esta síntesis nacional se envía al Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), quien convocará a todas las conferencias episcopales latinoamericanas, para que hagan sus respectivas reuniones sinodales y se envíe un segundo documento a la secretaría general del Sínodo.

Fase universal
Esta síntesis nacional y latinoamericana o continental hará también parte del instrumentum laboris (instrumento de trabajo) para el sínodo de obispos sobre sinodalidad que se realizará en el año 2033 en Roma.

Fuente: Conferencia Episcopal de Colombia

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