Toda nuestra fe adquiere sentido en la Resurrección de Jesús. Desde el Santuario Mariano Arquidiocesano, Nuestra Señora de Guadalupe, de la Iglesia Particular de Bucaramanga, se llevó a cabo la solemne celebración Eucarística de Resurrección, presidida por Monseñor Ismael Rueda Sierra.
Al celebrar, como pueblo de Dios, la Resurrección de Cristo, estamos celebrando también nuestra propia liberación. Celebramos la derrota del pecado y de la muerte.
En su homilía, Monseñor Ismael Rueda Sierra compartió su saludo de Pascua a la comunidad, y manifestó que “este es un día de fiesta y entusiasmo espiritual porque estamos celebrando en la Iglesia, en la humanidad y el universo entero la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Nos hemos preparado para este momento sublime desde el tiempo de Cuaresma, con un corazón abierto, y dispuesto a la conversión, para llegar a este gran día y celebrar con gozo y mucha alegría esta Fiesta que es el centro de nuestra fe.”
“Anoche nos reuníamos para celebrar la Vigilia Pascual, con la Luz verdadera que Cristo nos ha traído, con su Resurrección, para iluminar a la humanidad y disipar las tinieblas que oscurecen el camino y nos conducen por senderos que van en contra de nuestra dignidad como Hijos de Dios.
Hoy es el día de la Resurrección del Señor y nos reunimos como asamblea para festejar con el corazón y el alma esta gran fiesta.»
Retomando los textos correspondientes a las lecturas de hoy, Monseñor Rueda Sierra, afirma que “los apóstoles van entendiendo como lo que el Señor les prometió se había cumplido, y de esa manera, empiezan a transmitirlo a todos los pueblos hasta los confines de la tierra. Gracias a ese testimonio fiel, nosotros hemos recibido esta noticia.”
“Ellos divulgan el gran acontecimiento de la Resurrección y en ese momento se produce lo más importante, el encuentro con el Señor Resucitado; esta invitación que se hace vigente en todo tiempo y lugar, es el mayor compromiso de nosotros los cristianos, buscar cada día de nuestras vidas encontrarnos con Cristo que nos trae la Salvación.”
“Para toda la humanidad ese es el anuncio fundamental que los apóstoles lo llaman Kerigma, un llamado que hoy día desde la Iglesia seguimos haciendo a la humanidad. Queridos hermanos y hermanas como discípulos misioneros del Señor, no podemos cansarnos ni renunciar a llevar la alegría del Evangelio. No podemos dejar a nadie por fuera, esta es una invitación que incluye a todos por igual. De la misma manera nos lo ha comunicado el Papa Francisco, en su mensaje de Pascua, donde pide por la paz en el mundo, que cesen las guerras y podamos superar los conflictos con diálogo, respeto y reconocimiento de los derechos de todos.”
“La Santísima Virgen María, concretamente bajo la advocación de Nuestra Señora de Guadalupe, ha sido un hermoso instrumento, fundamental para este anuncio; ella en una de sus apariciones le dice a Juan Diego: Yo soy la Madre del Dios por quien se vive. Ella es la madre del Señor Resucitado.»