Por: Patricia Ynestroza – Vatican News, Ciudad del Vaticano
Este domingo 13 de diciembre, como es tradición, los niños de la Diócesis de Roma habrían llevado sus estatuillas del Niño Dios para que se los bendijera el Papa, este año debido a la situación sanitaria, no estuvieron presentes muchos de ellos, pero desde los oratorios de sus parroquias pudieron seguir el rezo mariano del Ángelus, y recibir desde los medios de comunicación la bendición apostólica. El Papa les pidió a los chicos que cuando recen en “casa frente al pesebre con sus familiares” se dejen “atraer por la ternura del Niño Jesús”.
En sus saludos, el Papa Francisco saludó de manera especial al grupo de niños que estaba presente en la Plaza de San Pedro, representando a los demás chicos de la Diócesis de Roma. “Saludo al grupo que ha venido a representar a las familias y niños de Roma con motivo de la Bendición de los Bambinelli, un evento organizado por el Centro Oratori Romani”.
El Papa manifestó a los presentes en la Plaza, que por la pandemia, este año hay pocos chicos: “Pero sé que muchos niños y jóvenes están reunidos en los oratorios y en sus casas y nos siguen a través de los medios de comunicación. A cada uno dirijo mi saludo y bendigo las estatuillas de Jesús que serán colocadas en el pesebre, un signo de esperanza y alegría. En silencio, bendigamos a las estatuillas”.
Una recomendación a los chicos:
El Papa les pidió a los chicos que cuando recen en “casa frente al pesebre con sus familiares” se dejen “atraer por la ternura del Niño Jesús”, nacido pobre y frágil entre nosotros, para darnos su amor. Y recordó a todos de no olvidar nunca la alegría. Los cristianos, dijo, están alegres en sus corazones, incluso en las pruebas; están alegres porque están cerca de Jesús, en referencia a su alocución previa al rezo mariano.