El pasado domingo 2 de febrero, en el marco de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada y del Jubileo de la Vida Consagrada, Monseñor Ismael Rueda Sierra, arzobispo de Bucaramanga, presidió la Eucaristía en la que dirigió un mensaje de gratitud, reflexión y exhortación a los consagrados y a toda la comunidad eclesial.
Desde el inicio de su homilía, Monseñor Rueda Sierra expresó su afectuoso saludo a los institutos de vida consagrada, tanto masculinos como femeninos, así como a las demás formas de vida consagrada presentes en la Arquidiócesis de Bucaramanga. Felicitó especialmente a los sacerdotes y al pueblo de Dios que los acompañó en esta significativa celebración.
Un punto destacado de su mensaje fue la felicitación a la familia de los Misioneros y Misioneras de la Consolata por el reciente nombramiento de la hermana Simona Brandevilla al frente del Dicasterio para la Vida Consagrada y los Institutos de Vida Apostólica. Para el arzobispo, este nombramiento representa un signo de sinodalidad y corresponsabilidad dentro de la Iglesia.
En el contexto del Año Jubilar, el arzobispo resaltó la importancia de la fiesta de la Presentación del Señor como un momento de renovación espiritual. Basado en la oración colecta de la liturgia, pidió a Dios que conceda a los fieles la gracia de ser presentados ante Él con un espíritu renovado. Asimismo, enfatizó que este jubileo es una oportunidad para caminar juntos en sinodalidad, dejando el pasado en las manos misericordiosas de Dios, viviendo el presente con perseverancia y amor, y esperando el futuro con confianza en la providencia divina.
Monseñor Ismael también reflexionó sobre los personajes del Evangelio proclamado en la celebración, haciendo énfasis en Simeón y Ana, dos ancianos que representan el testimonio de una espera perseverante y gozosa en la esperanza del Mesías. Destacó que su ejemplo interpela a todos los fieles, en especial a los consagrados, a revisar su propio encuentro con Jesús, la calidad de sus relaciones en comunidad y la paciencia activa con la que enfrentan las dificultades.
Además, recordó las palabras del Papa Francisco sobre la necesidad de vivir con mente, corazón y manos comprometidos con los pobres, promoviendo la fraternidad y el cuidado de la casa común. Subrayó que estos valores son esenciales para sembrar condiciones de paz y reconciliación en el mundo actual.
Finalmente, Monseñor Rueda Sierra concluyó su mensaje con una exhortación a la paciencia, citando el mensaje del Papa Francisco en la Jornada de la Vida Consagrada de 2021. Destacó que la paciencia permite mirar la realidad con misericordia, aceptar los desafíos con valentía y caminar sin nostalgia del pasado, sino con una actitud abierta a la acción del Espíritu Santo. Invitó a los consagrados a contemplar la paciencia de Dios y a imitar la confianza de Simeón y Ana para llevar la luz de la salvación al mundo entero.
La homilía del arzobispo de Bucaramanga dejó un llamado claro a vivir la vida consagrada con alegría, perseverancia y compromiso, recordando que la Virgen María, modelo de entrega y fe, sigue siendo guía y protectora en la misión evangelizadora de la Iglesia.