El Ciclo de la Manifestación del Señor comprende los tiempos litúrgicos de Adviento y Navidad; celebra particularmente las Solemnidades del Nacimiento del Señor y su Epifanía, pero también comprende dos Solemnidades de carácter mariano, relacionadas directamente con el misterio de la Redención, es decir, la Inmaculada Concepción (8 de diciembre) y Santa María, Madre de Dios (1 de enero). En el contexto actual de la Iglesia, el Camino Sinodal presenta la oportunidad propicia para contemplar este Ciclo desde una perspectiva de camino comunitario, respondiendo a su misma esencia, como lo escucharemos en la voz del
Bautista: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos (Lc 3, 4).
Por ello, estas pautas, propuestas por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), tienen como objetivo favorecer un ambiente propicio para escuchar lo que el Espíritu Santo quiere de la Iglesia, haciendo énfasis en la reflexión y la celebración de la fe y teniendo en cuenta la particularidad de cada tiempo y solemnidad, así como el ambiente familiar y comunitario. Ya el Papa Francisco ha insistido en que el Proceso Sinodal que vive la Iglesia Universal no puede convertirse en un parlamento, una reunión académica o un esfuerzo que solo deje como resultado la elaboración de un frío documento; por el contrario, este nuevo kairós es el tiempo oportuno para que, puesta la mirada en Jesucristo, nuestro Redentor, contemplemos su rostro de misericordia e imitemos sus actitudes de acogida con los alejados, inclusión de cuantos viven en las periferias geográficas y existenciales, escucha a los que no se les ha dado voz, discernimiento en la oración y renovación integral.
Así las cosas, el señor Arzobispo de Bucaramanga, Monseñor Ismael Rueda Sierra, comparte el documento Pautas para vivir sinodalmente el Ciclo de la Manifestación del Señor – SPEC, elaborado por la Comisión Central del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), para la animación del Sínodo 2021-2023 y pone a disposición de los creyentes estas pautas que servirán de apoyo para “hacer concreta la vivencia de la espiritualidad en esta coyuntura eclesial, de la mano de la Familia de Nazaret, primera Iglesia doméstica y sinodal”.
Fuente: Conferencia Episcopal de Colombia