Del 8 al 15 de junio de 2025, la Iglesia Católica, junto a diversas denominaciones cristianas alrededor del mundo, vivirá un tiempo especial de gracia: la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. Bajo el lema «¿Crees esto?» (Jn 11, 26), inspirado en el diálogo entre Jesús y Marta en el Evangelio de Juan, esta semana ecuménica nos invita a renovar nuestra fe en Cristo resucitado y a orar por la unidad visible del Cuerpo de Cristo.
Este año, la preparación del material ha estado a cargo de la comunidad ecuménica del Monasterio de Bose, en Italia, y se enmarca en la conmemoración de un hecho histórico: el 1700 aniversario del Concilio de Nicea (año 325), primer concilio ecuménico de la Iglesia. Aquel acontecimiento marcó un hito en la historia del cristianismo al proclamar una fe común, expresada en el Credo Niceno, que aún hoy profesamos en nuestras celebraciones litúrgicas: “Creemos en un solo Dios…”
Volver al centro: la fe en Jesucristo
El lema de este año –«¿Crees esto?»– retoma las palabras de Jesús a Marta frente a la tumba de su hermano Lázaro. La pregunta no es retórica: interpela, provoca y llama a una respuesta personal y comunitaria. Como entonces, hoy también los cristianos de distintas confesiones somos llamados a confesar nuestra fe con valentía, en medio de un mundo que busca esperanza y sentido.
La unidad de los cristianos no es solo una meta deseable, sino una exigencia del Evangelio. Así lo expresó el mismo Jesús en su oración al Padre: “Que todos sean uno, para que el mundo crea” (Jn 17, 21). Por eso, cada año, la Semana de Oración se convierte en un signo profético y un acto de fidelidad al mandato del Señor.
Una tarea compartida: orar, dialogar, caminar
En Colombia, esta iniciativa es animada por la Comisión Episcopal para la Promoción de la Unidad y del Diálogo Interreligioso (PUD), de la Conferencia Episcopal. Su labor comprende el acercamiento fraterno con Iglesias cristianas históricas, comunidades evangélicas, pentecostales y carismáticas, así como el diálogo con religiones como el judaísmo, el islam y las espiritualidades orientales.
La Semana de Oración no es solo un evento litúrgico; es una expresión del camino sinodal que el Papa Francisco ha propuesto a toda la Iglesia: caminar juntos, escucharnos, discernir. En este espíritu, la Iglesia de Bucaramanga se une a esta celebración desde su propio énfasis pastoral: “Convocados y reunidos por Dios, Uno y Trino, caminamos juntos en esperanza.”
Una fe común que sigue viva
El recuerdo del Concilio de Nicea no es un mero aniversario histórico. Es una oportunidad para redescubrir la riqueza de una fe compartida que nos vincula más allá de nuestras diferencias. La celebración ecuménica de la Palabra, que forma parte del subsidio litúrgico de este año, incluye la proclamación dialogada del Evangelio, oraciones de intercesión basadas en los Padres de la Iglesia y la profesión conjunta del Credo Niceno, signo de nuestra raíz común.
Hoy, más que nunca, necesitamos dar testimonio juntos del amor de Dios en un mundo herido por la división, el individualismo y el olvido de lo sagrado. La unidad de los cristianos no es uniformidad, sino comunión: un “nosotros” plural, reconciliado y misionero.
Que esta Semana de Oración renueve en cada uno de nosotros la fe en Cristo, y el compromiso por la unidad que Él mismo pidió al Padre. Con María, la Madre de la Iglesia, supliquemos el don del Espíritu Santo que une lo disperso y crea comunión.