Por: Mercedes de la Torre | ACI Prensa
El Papa Francisco indicó que “todos estamos llamados a contribuir con determinación para que se respeten los derechos humanos fundamentales de cada persona”.
Así lo indicó el Santo Padre este 10 de diciembre, con ocasión del 72º aniversario de la Declaración universal de los Derechos Humanos (DUDH) adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948 en París.
En un mensaje enviado a través de su cuenta oficial de Twitter @Pontifex_es, el Pontífice recordó la enseñanza de Jesús en el pasaje del Evangelio de San Mateo al capítulo 25 para destacar la importancia de respetar los derechos humanos de las personas “invisibles”, es decir, de los muchos que “tienen hambre y sed, que están desnudos, enfermos, son extranjeros o están detenidos”.
El texto del Evangelio comentado por el Papa Francisco se refiere a la enseñanza de Jesús sobre el Juicio final (San Mateo 25, 34-40) en el que las personas justas recibirán en herencia el Reino “que les fue preparado desde el comienzo del mundo” porque dieron de comer al hambriento, de beber al sediento, alojaron a quien estaba de paso, vistieron al desnudo, visitaron a los enfermos y a los presos.
El pasado 25 de noviembre, el Santo Padre escribió también que es necesario que todos “hagan mucho más por la dignidad de cada mujer” ya que a menudo las mujeres “son ofendidas, golpeadas, violadas, inducidas a prostituirse”.
En esta línea, el 1 de enero de 2020, el Papa rechazó la violencia de la que son víctimas muchas mujeres en el mundo y señaló que “toda violencia infligida a la mujer es una profanación de Dios”.
En aquella ocasión, el Santo Padre lamentó que las mujeres “son continuamente ofendidas, golpeadas, violadas, inducidas a prostituirse y a eliminar la vida que llevan en el vientre”.
Asimismo, el 10 de diciembre de 2018, el Santo Padre animó a ir contracorriente para proteger los derechos humanos en el mundo y citó a “los niños por nacer a quienes se les niega el derecho a venir al mundo; en aquellos que no tienen acceso a los medios indispensables para una vida digna; en aquellos que están excluidos de la educación adecuada; en quien está injustamente privado de trabajo o forzado a trabajar como esclavo; a quienes están detenidos en condiciones inhumanas, a quienes son sometidos a torturas o a quienes se les niega la oportunidad de redimirse, a las víctimas de desapariciones forzadas y sus familias”.