A los 88 años, falleció esta mañana el papa Francisco, dejando tras de sí un pontificado marcado por la sencillez, el servicio a los más necesitados y una profunda renovación espiritual y pastoral de la Iglesia católica. Nacido como Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires en 1936, fue elegido Sumo Pontífice en 2013, convirtiéndose en el primer papa latinoamericano y jesuita en la historia.
Un pastor con olor a oveja
Desde el inicio de su pontificado, Francisco impulsó una Iglesia más cercana al pueblo, abogando por una “Iglesia en salida”, más comprometida con el sufrimiento humano y menos centrada en estructuras. Su estilo sencillo, humilde y directo lo convirtió en una figura carismática y profundamente querida dentro y fuera del ámbito eclesial.
Rechazó los privilegios del cargo, optando por vivir en la Casa Santa Marta y desplazarse en vehículos comunes. Su lenguaje cercano, gestos de ternura con niños, enfermos y ancianos, y su firme opción por los pobres y descartados marcaron su liderazgo.
Un legado espiritual y social imborrable
Durante sus más de 12 años como pontífice, Francisco dejó una herencia espiritual rica, basada en el Evangelio y los grandes desafíos del mundo contemporáneo. Algunas de sus obras más influyentes incluyen:
- Evangelii Gaudium (2013): Exhortación apostólica sobre la alegría del Evangelio y la renovación misionera de la Iglesia.
- Laudato si’ (2015): Una profunda reflexión ecológica sobre el cuidado de la casa común.
- Fratelli tutti (2020): Un llamado a la fraternidad y la amistad social más allá de fronteras.
- Dilexit nos (2024): Sobre el amor auténtico en tiempos de redes sociales e inteligencia artificial.
Con un enfoque integrador, defendió la dignidad de toda persona, el diálogo entre religiones, la paz, la justicia social y el cuidado de la creación.
Un papa misionero: el mundo como parroquia
Uno de los aspectos más recordados de su pontificado fue su incansable labor misionera. Recorrió los cinco continentes llevando esperanza, reconciliación y alegría. Visitó más de 50 países, incluyendo lugares marcados por conflictos, marginación o desastres.
Su visita histórica a Colombia
En septiembre de 2017, Francisco realizó una visita pastoral a Colombia que marcó un antes y un después en el proceso de reconciliación del país. Durante cinco días recorrió Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena con un mensaje claro: “Demos el primer paso”.
En Villavicencio, presidió una emotiva liturgia por la reconciliación donde escuchó testimonios de víctimas del conflicto armado y excombatientes, animando al país a sanar heridas con perdón y verdad.
En Cartagena, defendió la dignidad humana y recordó el legado de san Pedro Claver, apóstol de los esclavos. Su paso por Colombia dejó una huella imborrable de esperanza, unidad y compromiso con la paz.
Una despedida con gratitud y esperanza
El papa Francisco será recordado como el pastor del Evangelio sencillo, el defensor de la vida en todas sus formas, y el padre que supo acercarse a cada rincón del mundo con un mensaje de amor y misericordia.
El mundo llora su partida, pero celebra su vida. Su legado no termina hoy: seguirá vivo en los corazones de millones que encontraron en su testimonio un camino de fe, humanidad y ternura.