El Bautismo del Señor: Comienzo de la misión redentora y modelo de fe

Hoy la Arquidiócesis de Bucaramanga celebró con gran devoción la solemnidad del Bautismo del Señor, una fiesta que marca el final del tiempo litúrgico de la Navidad y abre un nuevo capítulo en el caminar de la fe. La Eucaristía fue presidida por el arzobispo de Bucaramanga, monseñor Ismael Rueda Sierra, en el Santuario Arquidiocesano Nuestra Señora de Guadalupe, con la participación de fieles tanto de manera presencial como a través de los medios de comunicación.

En su homilía, monseñor Rueda Sierra destacó la importancia de esta celebración, recordando que el Bautismo del Señor no solo es un evento clave en la vida de Jesús, sino también un momento que invita a todos los creyentes a reflexionar sobre el valor de su propio bautismo. “Hoy es un día muy especial para pensar en el enorme significado del bautismo, ese momento en el que fuimos hechos hijos de Dios por adopción”, afirmó el arzobispo.

La liturgia destacó el mensaje central del Evangelio de Lucas, donde el Padre presenta a Jesús como su Hijo amado y el Espíritu Santo desciende sobre él en forma de paloma. Este evento, explicó monseñor Rueda, es una manifestación de la Trinidad y un llamado a todos los bautizados a vivir en coherencia con su fe.

El Bautismo: Fundamento de la Vocación Cristiana

Monseñor Rueda subrayó la importancia de recordar y celebrar el día del bautismo personal, tal como lo ha enfatizado el Papa Francisco. Este sacramento, que es la puerta de entrada a la vida cristiana, constituye un momento crucial en la existencia de cada creyente. “En el bautismo recibimos el título más grande: ser hijos de Dios por adopción. Es un compromiso que nos acompaña toda la vida y que debemos cultivar y desarrollar”, reflexionó.

El arzobispo también destacó la importancia de la iniciación cristiana, un camino que empieza con el bautismo y se complementa con los sacramentos de la confirmación y la Eucaristía. Este proceso, acompañado por la familia y la comunidad parroquial, es fundamental para el crecimiento en la fe y la madurez espiritual.

María, Guía hacia Jesús

En el marco de esta celebración, que coincidió con el 12 de enero, jornada de peregrinación al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, monseñor Rueda hizo una conexión especial con la figura de la Virgen María. Recordó cómo María siempre nos conduce hacia su Hijo, como lo hizo con San Juan Diego en las apariciones de Guadalupe. “Ella nos dice: ‘Hagan lo que él les diga’. Es una invitación constante a vivir nuestro bautismo de manera plena y comprometida”, afirmó.

Un Llamado a la Santidad y a la Misión

La homilía concluyó con un llamado a todos los bautizados a ser verdaderos discípulos misioneros, viviendo su fe con autenticidad y testimoniando el amor de Dios en el mundo. Monseñor Rueda también invitó a los fieles a aprovechar el año jubilar como una oportunidad para renovar su vida espiritual y su compromiso con el proyecto de vida en Cristo.

Esta celebración no solo marcó el cierre del tiempo de Navidad, sino también un recordatorio del llamado universal a la santidad que empieza con el bautismo. En palabras del arzobispo: “Hoy es un día para dar gracias a Dios por el don del bautismo y para renovar nuestro compromiso de vivir como hijos de Dios, siguiendo el ejemplo de Jesús y con la guía amorosa de María”.

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