El pasado domingo 23 de febrero, la comunidad católica de Bucaramanga se reunió para celebrar el séptimo domingo del tiempo ordinario, en una eucaristía especial presidida por Monseñor Ismael Rueda Sierra, arzobispo de la ciudad. Durante la homilía, destacó la importancia de la esperanza, el amor radical y la no violencia activa como pilares fundamentales de la vida cristiana.
En su mensaje, Monseñor Rueda Sierra comenzó recordando el sentido del domingo como “Día del Señor”, un momento de encuentro con la fe y la comunidad, en el cual se celebra la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte. Asimismo, resaltó la importancia de la Palabra de Dios como una guía de esperanza en el diario vivir.
Uno de los puntos centrales de la homilía fue la oración confiada y perseverante por la salud del Papa Francisco, uniéndose a la petición de toda la Iglesia para su pronta recuperación y fortaleza en este tiempo de Jubileo. Con profundo respeto y amor, el arzobispo subrayó el papel del Santo Padre como pastor y guía de la comunidad católica.
Además, la celebración tuvo un significado especial al conmemorarse los 72 años de la fundación de la Arquidiócesis de Bucaramanga, creada inicialmente como diócesis por el Papa Pío XII y elevada a arquidiócesis en 1974 por el Papa Pablo VI. Monseñor Rueda Sierra expresó gratitud por la trayectoria de la Iglesia local y por el servicio de los pastores que han guiado la comunidad, recordando con respeto a Monseñor Aníbal Muñoz Duque, Monseñor Héctor Rueda Hernández, el Cardenal Darío Castillón Hoyos y Monseñor Víctor Manuel López Forero.
El mensaje principal de la homilía giró en torno al “amor radical” que propone el Evangelio. Inspirado en el pasaje bíblico de David y Saúl, el arzobispo explicó cómo la no violencia activa es una respuesta cristiana al odio y la persecución. “Jesús nos llama a amar sin distinción, incluso a nuestros enemigos”, afirmó, haciendo un llamado a la reconciliación y al amor incondicional.
Para ilustrar el impacto de la no violencia, mencionó el ejemplo de Mahatma Gandhi y cómo su resistencia pacífica logró la independencia de la India. Según nuestro padre y pastor, si la humanidad adoptara el principio del amor y la fraternidad, podría evitarse el sufrimiento causado por conflictos y guerras.
Finalmente, en un llamado a la acción, Monseñor Rueda Sierra instó a la comunidad a seguir la “escuela del amor de Cristo”, construyendo un mundo basado en la justicia, la paz y la solidaridad. Confiados en la intercesión de la Virgen María, patrona de la Arquidiócesis bajo la advocación de la Inmaculada Concepción, concluyó su mensaje invitando a todos a ser “peregrinos de esperanza”.
Con esta celebración, la Iglesia de Bucaramanga reafirma su compromiso de vivir el Evangelio y seguir construyendo una comunidad basada en el amor y la fe.