Este jueves, 14 de diciembre, desde la Oficina de Prensa de la Santa Sede, se dio a conocer el mensaje oficial del papa Francisco para la próxima Jornada Mundial de la Paz que se celebrará el 1 de enero del 2024. De acuerdo con el pontífice, al llegar a su versión número 57, toda la Iglesia debe vivir esta jornada centrando su reflexión y acción en torno a la relación entre Inteligencia Artificial (IA) y paz.
En los ocho capítulos desde los cuales se desarrolla este mensaje, el Santo Padre pide, esencialmente, trabajar para que la Inteligencia Artificial esté al servicio de la paz y no sea una amenaza. Además, invita a reflexionar sobre su impacto en el futuro de la familia humana.
Ciencia y tecnología: camino hacia la paz
En la primera parte, el papa Francisco destaca el papel de la ciencia y la tecnología en la búsqueda de la paz, subrayando que “la inteligencia humana es expresión de la dignidad que nos ha dado Dios”. Reconoce los avances positivos que han generado las nuevas tecnologías, ofreciendo «oportunidades emocionantes», pero también alerta sobre riesgos, especialmente en términos de amenazas para la justicia, la armonía y la paz.
Futuro de la Inteligencia Artificial: riesgos, desafíos y oportunidades
El Sucesor de Pedro, analiza el impacto de la informática y las tecnologías en la sociedad, resaltando cambios en las comunicaciones, la administración y la vida cotidiana. Además, advierte sobre la extracción de datos que permiten influenciar comportamientos con fines comerciales o políticos.
Así mismo, hace un llamado a gestionar esta tecnología éticamente y propone fortalecer organismos para orientar el desarrollo tecnológico hacia los valores humanos y la paz.
La revolución tecnológica: máquinas autodidactas
El Papa tiene también la mirada puesta en el impacto de la Inteligencia Artificial en el aprendizaje automático y profundo en la sociedad. Por otra parte, plantea su preocupación sobre la generación de información falsa y sesgada, señalando riesgos en áreas como desinformación, confidencialidad y discriminación. Advierte sobre consecuencias negativas como: “la discriminación, la interferencia en los procesos electorales, la implantación de una sociedad que vigila y controla a las personas, la exclusión digital y la intensificación de un individualismo cada vez más desvinculado de la colectividad. Todos estos factores corren el riesgo de alimentar los conflictos y de obstaculizar la paz”.
Reflexiones sobre las restricciones en el paradigma tecnocrático En su mensaje, el pontífice se refiere también a la incapacidad de conocer completamente nuestro mundo “vasto y complejo”, incluso con algoritmos avanzados.
Por otra parte, dice que las máquinas inteligentes, aunque eficientes, deben tener operaciones dirigidas por seres humanos con valores específicos y advierte: «Cuando los algoritmos extrapolan la información, siempre corren el riesgo de distorsionarla, replicando las injusticias y los prejuicios de los entornos en los que se origina».
Formas de manipulación y control
En el documento, el papa aborda el tema de las influencias de la IA: «Las formas de inteligencia artificial parecen capaces de influir en las decisiones de los individuos mediante opciones predeterminadas asociadas a estímulos y elementos disuasorios, o mediante sistemas de regulación de las elecciones personales basados en la organización de la información», puntualiza.
Agrega también Francisco que estas son «formas de manipulación o control social» que requieren una atención y supervisión con mayor precisión, e implican una clara responsabilidad legal por parte de los productores, de quienes los emplean y de las autoridades gubernamentales.
En estos procesos artificiales, dice el Santo Padre: “No debemos permitir que los algoritmos determinen el modo en el que entendemos los derechos humanos, que dejen a un lado los valores esenciales de la compasión, la misericordia y el perdón o que eliminen la posibilidad de que un individuo cambie y deje atrás el pasado”.
Ámbito laboral
Frente al tema del trabajo, el papa Francisco manifiesta que “trabajos que en un tiempo eran competencia exclusiva de la mano de obra humana, son rápidamente absorbidos por las aplicaciones industriales de la inteligencia artificial. También en este caso se corre el riesgo sustancial de un beneficio desproporcionado para unos pocos a costa del empobrecimiento de muchos”.
En este sentido, el principal llamado lo dirige Francisco hacia la comunidad internacional, para que tenga como «alta prioridad» el respeto de la dignidad de los trabajadores y la importancia del empleo para el bienestar económico de las personas, las familias y las sociedades. Además, la seguridad en el empleo y la garantía de unos salarios justos.
Contribución de las nuevas tecnologías
Bajo una mirada positiva, el Pontífice afirma: “Si la inteligencia artificial fuese utilizada para promover el desarrollo humano integral, podría introducir importantes innovaciones en la agricultura, la educación y la cultura, un mejoramiento del nivel de vida de enteras naciones y pueblos, el crecimiento de la fraternidad humana y de la amistad social”.
Desafíos para las escuelas e instituciones En este mensaje también se destaca la importancia de la formación en el uso de nuevas herramientas de comunicación, abordando desafíos como la desinformación y los miedos asociados a las tecnologías. Por esto, el papa hace un llamado a las instituciones para que eduquen en el uso de la inteligencia artificial.
Por último, el Santo Padre pide la colaboración global entre personas de diferentes creencias y visiones para aprovechar las oportunidades de la revolución digital y construir así un mundo más solidario, justo y pacífico para las generaciones futuras.
El papa Francisco concluye su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2023 con una oración: “Que el rápido desarrollo de formas de inteligencia artificial no aumente las ya numerosas desigualdades e injusticias presentes en el mundo, sino que ayude a poner fin a las guerras y los conflictos, y a aliviar tantas formas de sufrimiento que afectan a la familia humana”.